Cuando doblamos una hoja de papel de manera que finalmente tenemos una figura plana que muestra un patrón que se repite rítmica y regularmente tenemos una teselación, y si tiene cierto volumen se le llama corrugación.
En origami se usa para decorar figuras, por ejemplo para hacer las escamas de un pez o una caracola o hacer un jarrón o una pantalla para una lámpara. Sus aplicaciones son infinitas, tantas como podamos imaginar. La corrugación más conocida se hace con la repetición de la conocida «base de la bomba de agua» (en la foto he cubierto un portavelas en naranja y en rojo una bola mágica con la «bomba de agua», y el verde es un patrón de espiga, me encantan los juegos de luces y sombras que hacen).
Os dejo también lo último que he doblado con dicha técnica, dos jarrones diseñados por Tomoko Fuse y unas bolitas. Chulo ¿verdad?